Si tienes un colchón antiguo, ya te habrás dado cuenta de que el colchón tiene un ciclo de vida y que hay que reemplazarlo por uno nuevo cuando este termina. De lo contrario, sufrirás dolores musculares, dolor de espalda crónico y ‘me levanto cansado’ será tu primer pensamiento diario. 

¿Cada cuánto aconsejan los expertos cambiar un colchón? 

La Asociación Española de la Cama, más conocida como ACAMA, es un referente en estos temas. Recomienda cambiar este equipo de descanso, como máximo,  cuando lleva 10 años de actividad. En realidad, es un dato referencial: en función del tipo de colchón y su estado puede ser demasiado. A partir del octavo año, ya debes analizar cómo se encuentra. Así que pregúntate si las condiciones de uso soportadas aconsejan un reemplazo inmediato. 

Los accesorios del hogar, incluidos los colchones, tienen fecha de caducidad. Si están en mal estado generan problemas de salud. En cualquier caso, existen 3 grandes motivos de peso para sustituir el colchón: 

1. Los materiales se han deteriorado. 

2. El colchón se ha ido deformando. A consecuencia de ello, ha perdido rendimiento y prestaciones. 

3. La máxima higiene ha dejado de estar asegurada. El polvo, el sudor, la piel exfoliada o los ácaros se van acumulando en el colchón, aunque intentes impedirlo. 

¿Es independiente del material o clase de colchón? 

No todos los colchones son iguales. Esto se nota, lógicamente, al comprarlos: los precios varían en función de sus calidades. Además, la vida útil de cada modelo varía significativamente. 

De hecho, no es lo mismo tener un colchón viscoelástico que un colchón de espumación. Tampoco da igual disponer de colchones de muelles, ni que los muelles sean ensacados o convencionales. A la hora de elegir el colchón con estas u otras particularidades, determinas su vida útil. De ello depende cómo se comportará en función de las circunstancias y características de uso. 

Por eso, suele ser interesante dejarse asesorar por especialistas. Capaces de valorar qué clase de prestaciones son las idóneas. Y tienen en cuenta cuáles son las expectativas, el ambiente y las necesidades existentes. 

Según haya sido fabricado con materiales diversos, ten presente esta información sobre tu colchón: 

• Los colchones de látex natural pueden durar de 10 a 15 años. 
• Los colchones de muelles, duran hasta 10 años. 

• Los de viscoelástica, también suelen mantenerse bien una década. 
• El resto, no suelen durar más de 8 o 9 años. 

Por último, los colchones reversibles suelen durar más. Se giran en función de la época del año (otoño/invierno y primavera/verano), pues cada lado tiene unas características específicas. Así, el usuario está más calentito cuando hace frío y más fresco en verano. Al reducirse su transpiración, no se humedecen apenas, lo cual prolonga su durabilidad. Eso sí, consulta las indicaciones del fabricante para hacerles el mantenimiento adecuado. 

Factores que indican que debes cambiar el colchón 

Fíjate en estos rasgos para decidir si ha llegado el momento de cambiar tu colchón: 

1. Tu colchón está hundido. Si baja 10 cm o más cuando te tumbas o te sientas, debes cambiarlo. 

2. El dibujo de tu silueta se mantiene sobre su superficie cuando ya no estás acostado. 

3. Tu colchón hace sonidos cuando te tumbas o te mueves. O si lo hace tu pareja. 

4. La pérdida de firmeza es evidente. La notas al acostarte… y al pasar la mano sobre él. 

5. Cada vez que te acuestas empiezas a estornudar. La acumulación en el tiempo de ácaros y alérgenos en él acrecentará el problema permanentemente. 

6. Todas las mañanas te despiertas cansadísimo. Con frecuencia, además, dolorido. Tus músculos y tu espalda no se levantan como si hubieras descansado. 

7. Cada vez que duermes fuera de casa… ¡te despiertas mejor que nunca! 

¿A que ahora lo tienes muchísimo más claro? No sólo sabes cada cuánto cambiar el colchón. También eres capaz de identificar los indicios que te informan sobre la necesidad de sustituirlo. Tenlos muy presentes.